La princesa pequeña es una rompecorazones

Que cada niñ@ es un mundo es una verdad categórica, pero que cada hij@ es un mundo también lo es.

La princesa mayor nunca nos habló de novios, ni ahora con casi nueve años y una incipiente edad del pre-pavo. Ella sólo tenía amigas y tres grandes amigos en el cole y otros tres grandes amigos fuera del cole.

Pero la princesa pequeña es totalmente diferente. Con sus cuatro años y medio es toda una rompecorazones, que nos habla sin ningún tipo de rubor (y ante el asombro y vergüenza de su hermana mayor) de sus dos novios y incluso a veces tres, O (el más querido desde que tenemos uso de razón ya que se conocen desde que nacieron), G (su amigo querido de la guardería) y E (le robó el corazón a principios de P-3, y no me extraña porque tiene una carita de ángel y unos ojos que enamoran a cualquiera).

El otro día, cuando llegamos a casa y me dispuse a vaciar la mochila de la princesa pequeña (no sabéis lo que han llegado a traer mis hijas del cole, hasta gusanos bola) me encontré un ramillete de flores.

Le pregunté que de donde las había sacado, pensando que las había recogido en el patio. Y ella, con su desparpajo habitual nos dice que se lo ha regalado J, que resulta que quiere ser su novio, pero que ella le ha dicho que ya tiene bastante con los que tiene.

Ale mi niña!!!! Menudo futuro nos espera!

¿Y vosotr@s, tenéis algún rompecorazones en casa?

¿Vuestr@s hijos son tan diferentes entre ell@s como nuestras princesas?

Contadme.