Uno de mis postres preferidos
desde siempre, sin descartar a cualquier cosa que lleve chocolate, es la Tarta Tatín.
He probado multitud de ellas y me
quedo con una de una pastelería pequeñita que hay cerca de casa. La hacen buenísima,
con una variedad de manzana con un toque ácido y una fina base de hojaldre.
Nada más, ni cremas, ni natas..., así, al natural, como a mi me gusta.
Y como no podía ser menos me
propuse hacer la mía.
Lo primero que hice, a falta de
receta, es consultar a nuestro querido Señor Google (no sé que hacíamos cuando
no existía). Encontré multitud de recetas, a cual más diferente, así que decidí
crear la mía propia.
Si os animáis a hacerla no os
puedo facilitar medidas ni nada ya que fui haciéndola totalmente a ojo:
manzanas peladas, sin corazón y partidas por la mitad, azúcar y mantequilla y
un poco de licor de manzana. Todo a fuego lento hasta que la manzana está
blandita. Entonces lo disponemos en un molde de horno, con las manzanas hacia
arriba y lo cubrimos con la masa. Pasado el tiempo de cocción de la masa que
indica el fabricante giramos la tarta y la servimos tibia.
Bueniiiiiiiiiiiiiisima!!
¿Y vosotr@s, tenéis algún postre
preferido?
¿Os gusta la Tarta Tatín? ¿La habéis hecho
alguna vez en casa?
Contadme.